lunes, 29 de septiembre de 2014

Islandia - Origen del viaje y planning

Hace ahora ya cosa de un año comenzó a rondar nuestras cabezas la idea de realizar un viaje de varios días al norte de Europa. Por un lado es una zona que nos atraía y teníamos ganas de explorar y por otro, una vez asentados en la vida menorquina y tras varias escapadas a distintos puntos de la geografía nacional, queríamos vivir la experiencia de un gran viaje, con todo lo que ello implica, que supusiese un cambio de lo que estábamos acostumbrados y que nos permitiese llevar mejor los rigores del verano mediterráneo, a los que ninguno de los dos estamos acostumbrados.

Realmente lo hemos conseguido, este viaje a Islandia ha supuesto un antes y un después y lo recomiendo al 100 %. Es un país tan diferente a todo lo que conocíamos que no ha dejado de sorprendernos y es capaz de conseguir que estés con la boca abierta señalando todo lo que te rodea durante prácticamente toda la estancia.

Inicialmente dudamos entre varias destinos nórdicos pero finalmente, tras consultar mucho material en internet y mirar el tema de los vuelos, a primeros de año decidimos lanzarnos a la piscina y compramos los billetes de avión Barcelona - Reykjavik. Desde hace algún tiempo Vueling ofrece conexión directa desde Barcelona, con vuelos de ida lunes y jueves y de vuelta martes y viernes, lo que a nosotros nos facilitaba las cosas ya que se trata de la ciudad de origen que tenemos más accesible. Habíamos decidido estar 10 días tanto por las vacaciones de las que disponíamos como para tener días suficientes para dar la vuelta a la isla que era nuestro objetivo. Y como fechas elegimos del 8 al 19 de septiembre, ya que aunque en un principio consideramos la opción de ir a finales de junio por hacer mejor tiempo, los precios bastante más altos y el hecho de que con el sol de medianoche fuese imposible ver auroras nos hicieron replanteárnoslo.



A partir de ahí comenzó la actividad organizativa. Leer blogs, buscar guías, mapas, hacernos con las páginas más útiles, buscar alojamientos, coches... Una locura para mí muy divertida sobre todo por la ilusión de la nueva aventura que se aproxima. Como es lógico, al organizar cualquier viaje de este tipo te encuentras con muchísima información que a veces puede hacer que te sientas un poco desbordado, pero con paciencia y ánimo todo se consigue. Incluiré más adelante una entrada con un resumen de las cuestiones prácticas que nos fueron surgiendo durante la organización.

Finalmente, tras muchas horas frente al ordenador, el planning del viaje quedó así:

Día 1 (09/09): Llegada a Islandia, Círculo de oro, cráter de Kerid y cascadas Haifoss y Hjalparfoss
Día 2 (10/09): Landmannalaugar, cascadas de Seljalandsfoss, Gljufrafoss y Skogafoss
Día 3 (11/09): Trekking glaciar Sólheimajökull, Vik, garganta Fjaðrárglúfur y Kirkjubaejarklaustur
Día 4 (12/09): PN Skaftafell, glaciar Svinafellsjökull y lagunas glaciares de Fjarsárlón y Jokulsárlón 
Día 5 (13/09): Hofn, Djúpivogur, bosque de Hallormsstadur, cascada de Hengifoss y Seydisfjördur
Día 6 (14/09): Cañón de Jökulsárgljufur, Hverir, Krafla y Mývatn naturebaths
Día 7 (15/09): Alrededores del lago Myvatn y ballenas en Húsavík
Día 8 (16/09): Godafoss, Akureyri, península de Tröllskagi y/o península de Vatnsnes
Día 9 (17/09): Península de Snaefellsness, Reykholt y cascadas de Hraunfossar y Barnafoss
Día 10 (18/09): Cascada Glymur, Reykjavik y vuelta a España

Aunque era algo ambicioso, íbamos con la idea de aprovechar el tiempo todo lo posible para explorar la isla al máximo, aunque esto significase quitar horas de sueño o descanso, ya que siempre nos queda la cosa de si podremos volver algún día.

Como suele ocurrir en la mayoría de los viajes una cosa es lo que se planea hacer y otra lo que se hace finalmente y por supuesto nuestro caso no fue una excepción. Tres semanas antes de iniciar el viaje el aumento de la actividad sísmica en el volcán Bardarbunga bajo el glaciar Vatnajökull y la posterior erupción a través de una fisura en Holuhraun hicieron que viésemos peligrar tantos meses de trabajo e ilusiones. Al final, por suerte, pudimos realizar el viaje y las pocas complicaciones que surgieron nada tuvieron que ver con nuestro amigo el volcán, que ha pasado de causar alarma en media Europa a convertirse en una de las mejores atracciones turísticas...


3 comentarios:

  1. Hola Cristina, te agradezco mucho todo el minucioso trabajo realizado en este blog para comentar vuestros viajes y orientar a los futuros viajeros. Yo te escribo para preguntarte por el equipo fotográfico que llevabais en Islandia. Nosotros somos dos parejas que iremos a finales de agosto 7 días.

    Veo que habéis hecho fotos a baja velocidad y tengo curiosidad por saber que tipo de trípode usabais. Yo tengo uno ligero pero pienso que pesa demasiado para llevarlo todo el día encima. ¿Que me aconsejas?

    Y en cuanto al resto del equipo, que tipo de objetivos llevasteis? ¿y cuales usasteis más? ¿Como transportabais la cámara?

    Siento preguntarte tanto pero es la primera vez que me llevo la reflex en avión y fuera de España. Te doy las gracias por lo que puedas orientarme y deseo que disfrutes mucho en tu próximo viaje.

    Saludos

    Conchi

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    1. Hola Conchi! Muchas gracias por tus palabras, llevo poco tiempo con esto y cualquier comentario se agradece especialmente :)

      Respecto al equipo fotográfico, yo soy principiante en esto de la fotografía, José es el experto. Yo tengo una Sony alpha 230 y sólo un objetivo, un 18-55. La de José es una Canon EOS 6D (de formato completo) y objetivos llevó un 17-35 F2.8, un 50 mm F1.8 y un teleobjetivo 120-400, pero el que más usó fue el gran angular, el teleobjetivo lo usó sólo para las focas y las ballenas y en Jokulsárlón.

      Los trípodes que usamos son Manfrotto sencillos con rótula integrada, de 1,80 el de José y de 1,60 el mío, de algo menos de 2 kg de peso. No es demasiado pero también se nota el cargar con ellos, José está más acostumbrado pero a mi me cuesta más. De todas formas no hicimos ninguna excursión demasiado larga, como mucho un par de horas en Skaftafell, a la mayoría de sitios de interés casi se llega hasta ellos con el coche.

      Respecto a cómo llevarlo, nosotros para ir hasta allí metimos los trípodes en la maleta que facturamos y las cámaras y demás lo llevábamos con nosotros en el equipaje de mano. Una vez allí, lo llevábamos todo a mano en el coche. Yo llevo la cámara en una funda y José la lleva en una mochila fotográfica, una Lowepro flipside 200, con los objetivos que va a usar.

      Espero haberte ayudado con tus dudas, para cualquier cosa no dudes en escribirme, yo encantada de poder ayudaros!

      Un saludo!

      Cristina

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  2. Hola Cristina!, muchas gracias por la información de nuevo. Me ha servido para decidirme a comprar un gran angular luminoso ya que realmente el zoom angular que tengo es bastante oscurito. Y con el trípode sigo teniendo dudas de cual comprar, el que tengo pesa mucho 2,5kg. He mirado varios ligeros, pero firmes, y creo que me decidiré por un Giottos Vitruvian, que pesa poco 1,1kg y tiene muchas posiciones de ángulo de las patas que en el campo se agradece.Y si no, me llevo uno que tengo, algo flacucho pero no pesa mas que 700g. Aunque todo el mundo dice que en Islandia hace mucho viento igual colgándole peso aguanta, jaja.
    Lo de llevar el trípode en la maleta es importante, creía que había que llevarlo en la mano, intentaré no pasarme con el peso del resto del equipaje. En cuanto a la mochila creo que he encontrado una que me permite pasar desapercibido el equipo de fotografía protegido y meter el resto de lo que llevaría en un bolso normal, sin que ocupe demasiado, yo soy muy bajita. Todo después de ahorrar mucho para ello claro. Gracias por tu ayuda.

    Saludos

    Conchi

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